Fernando Cuadri, el hombre sabio

Publicado el Lunes, 22 Febrero 2016 23:14

Huelva tiene suerte por contar entre los suyos con Fernando Cuadri. Y el toreo tiene suerte también. Hombres como él, personalidades como la suya, valores como los que encarna, sabiduría como la que atesora son de esas cosas que hacen grande al universo inmerso que es la Tauromaquia. La suya en el Aula Manolín Prieto fue una cátedra de humanidad, una demostración de conocimiento, un despliegue tal de información que cautivó, conquistó, convenció y encandiló al auditorio que, sobre el ruedo de La Merced, formaban aficionados veteranos y pequeños de los que cada mañana de sábado van ilusionados a su Plaza para jugar al toro.

Una pregunta, y una cascada de conocimiento como respuesta. No ya sobre el toro y su vida, sino sobre la vida misma y la Madre Naturaleza que es la madre de todas las vidas. Fernando Cuadri es el rector en la universidad del sentido común. Lo suyo no es aprendido, es respirado. Observado de tanto mirar. Asimilado de tanto pensar. Entendido de tanto vivir. Debe ser el fruto de tantas horas de campo y de examen, de mirar viendo, de preguntarse sin parar, de reflexionar buscando explicaciones, ésas que las cosas tal cual son nos pone por delante pero que tiene que venir un sabio a desvelarnos. Todo esto fue su intervención en el Aula Manolín Prieto: un derroche, un despliegue, una exhibición de quien, en cambio, terminó su conversación diciendo que es "un mal ganadero porque la memoria es la principal herramiento del ganadero y yo memoria tengo muy poca". Lo dice convencido, de verdad porque así lo piensa, pero nadie le cree. Basta oírle, saberle, conocerle para tenerle como un pozo sin fondo de conocimiento y de experiencias.

Todo lo que explicó lo explicó desde el sentido y desde la coherencia. Que nada es gratuito. Que todo viene de algún sitio y a algún sitio lleva. Que cada instante de la vida es consecuencia del anterior y paso necesario para el siguiente. Que la naturaleza, y el toro en ella, nos va dando lecciones a cada momento para hablarnos de ella misma. De por qué todo es como es. De por qué existe el toro bravo. De por qué su existencia es clave para otras tantas especies que comparten con él su reino. Del celo en las hembras. De la influencia de las lunas. De cómo la propia naturaleza realiza su selección dotándose de más machos o de más hembras según ella misma necesite para mantener su prodigioso equilibrio. De cómo la genética en los canarios sirve para el toro. De cómo la bravura es comparable con un dolor de muelas que, de pronto, ante un estímulo mayor, se te olvida para seguir adelante. De tantas y tantas cosas que, por espacio de casi una hora, hicieron completamente suyo el silencio de la Plaza de Toros La Merced...

Sorprendió diciendo que Dámaso González es el torero que mejor ha entendido nunca sus toros. Animó a los presentes a no saciar nunca su hambre por seguir aprendiendo y creciendo como aficionados. Se hizo fotos como si fuera una estrella. Bueno, realmente lo es... Y se marchó a Comeuñas donde le aguardaba una visita de curiosos con los que seguir derramando sabiduría a raudales como quien no quiere la cosa. Así, como quien simplemente respira. Las cosas de los sabios. ¡Gracias, don Fernando! Un privlegio tenerle...

Fotos ALBERTO DOMÍNGUEZ y ARIZMENDI